No cabe duda que el Volkwagen Golf de cuarta generación logró tener un diseño atemporal en su época. Ha sabido mantener muy bien el paso de los años, y de hecho, para muchos, el R32 de dicha generación ha sido el R32 más atractivo estéticamente creado hasta la fecha.
Y pese a la veteranía del modelo (recordemos que se puso a la venta en el año 2002), algunos preparadores a día de hoy como HPerformance confían en él, en lugar de seguir la corriente de los demás preparadores que se enfocan principalmente a modelos recién llegados al mercado.
Como bien sabes, el Golf IV R32 monta un V6 de 3.2 litros de 240 CV y 320 Nm de par que ciertamente no brilla por sus espectaculares prestaciones, pero que se ve compensado por un refinamiento en marcha y un sonido embrigador del que pocos compactos de la época podían presumir. Ahora, este preparador pone fácil -pero costosa- solución a sus prestaciones.
¿Y cómo lo hace? Con la instalación de un turbocompresor HPA EFR550 y su electrónica correspondiente que eleva su potencia hasta los 550 CV y 730 Nm de par canalizados a través de la tracción 4Motion. Desconocemos la mejora prestacional que supone este significativo aumento de potencia, pero es de esperar que mejore sus 6,6 segundos del 0-100 km/h y su velocidad máxima de 247 km/h.
Evidentemente, este aumento de potencia tan importante se puede acompañar de otras mejoras como unas llantas de 19 pulgadas HRE, roscadas KW Variante 2 (ya puestos, podían ser las Variante 3), estabilizadoras H&R, colector de admisión refrigerado por agua y personalizado, nuevo escape con salidas de 90 mm, controladora de turbo ajustable electrónicamente, entre otras cosas.
Ahora bien, el precio que han establecido para todas estas modificaciones no es nada económico: 35.000 euros. De ti depende valorar si merece la pena el gran desembolso a cambio de obtener todo lo anteriormente citado.