Como si de una entrega por fascículos se tratase, Volvo nos está dando a conocer poco a poco el nuevo XC90, del que a España no llegarán las primeras unidades hasta el próximo año 2015. Sabíamos que llegaría con dos propulsores diésel, dos gasolina y uno híbrido enchufable.
El T8 cuenta con el mismo propulsor de 2 litros Drive-E sobrealimentado y colocado transversalmente, con una potencia de 320 CV y 400 Nm de par, a los que se suma el motor eléctrico de 80 CV y 240 Nm de par, dando como resultado una potencia conjunta de 400 CV y 640 Nm de par controlados por una transmisión automática de ocho velocidades y cómo no, con tracción a las cuatro ruedas. El 0-100 km/h lo realiza en 5,9 segundos, mientras que sus emisiones son de tan sólo 59 g/km y un consumo medio homologado de 2,5l/100 km.
Hay que reseñar que el motor eléctrico se ubica en el eje posterior y es el encargado de mover las ruedas posteriores, mientras que por su parte, en el delantero, entre la caja y el motor de combustión interna encontramos el sistema CISG (Crank-mounted Integrated Starter Generator), que desempeña varias funciones, tales como actuar como un generador eléctrico.
El sistema híbrido cuenta con hasta cinco modos diferentes de funcionamiento seleccionables a través de la rueda de la consola central, en el que no falta el eléctrico puro (denominado «Pure Electric») con el que es capaz de recorrer hasta 40 kilómetros de autonomía en modo totalmente eléctrico. El modo «Power» extrae la máxima potencia de los dos propulsores para cuando necesitamos sacar las máximas prestaciones, el modo «Save mode» que es muy conservador con la batería para almacenar la máxima energía posible y que esté disponible posteriormente, tampoco podemos pasar por alto el modo AWD pensado para cuando tengamos que hacer uso de su tracción a las cuatro ruedas.
Su precio en España arrancará en los 79.950 euros.