Volvo lleva años haciendo una importante apuesta por la transición al vehículo eléctrico, y para ello se está sirviendo de la inversión en pequeñas startups para poder nutrirse de algunos avances logrados por ellas.
Una de las startups en las que han invertido es Breathe Battery Technologies, con sede en Londres, que entre otras cosas se dedica a la investigación del control del proceso de recarga de las baterías eléctricas.
Pues bien, gracias a un software desarrollado por ellos que usa algoritmos para gestionar el proceso de carga, con esta tecnología se podría reducir hasta en un 30% el tiempo necesario para para pasar del 10 al 80% de carga. Y todo ello sin degradar la batería más de lo que se llevaría a cabo en otros escenarios, por lo que su densidad energética y autonomía no se ven perjudicadas.
¿Y cómo se consigue? en lugar de hacer la típica carga escalonada bajo reglas predeterminadas, el flujo de energía se controla en tiempo real basándose en numerosos parámetros recibidos de los sensores de la batería.
Es decir, que en un EX30 que necesita de 28 minutos para pasar del 10 al 80% de su capacidad en una toma de 150 kW, aplicando esta reducción necesitaría de 8 minutos menos, por lo que en tan sólo 20 minutos sería posible tenerla cargada nuevamente.
Volvo asegura que es el primer fabricante en hacer uso de dicha tecnología y estará disponible muy pronto en los eléctricos de la marca.
