Como parte de la decisión de Volvo de extender la vida de sus vehículos de combustión, el XC90 recibe una puesta al día. Recordemos que este modelo es un modelo ya veterano al haber sido lanzado en 2014, pero ahora convivirá algunos años más entre nosotros.
Estará disponible únicamente en dos versiones: el XC90 B5 con 250 CV y 350 Nm de par que realiza el 0-100 km/h en 7,7 segundos con un consumo medio homologado de 8,3l/100 km, mientras que la opción más potente es el T8 híbrido enchufable con 455 CV y 709 Nm de par, homologando una autonomía eléctrica de 70 km (aquí hubiera sido de agradecer una mejora) gracias a una batería de 14,7 kWh que podrá recargarse en 7 horas mediante corriente alterna a 2,3 kW y en 3 horas a 7,4 kW.
Su exterior estrena una nueva parrilla delantera con el logotipo nuevo de la firma, nuevo paragolpes así como un capó con unos nervios más definidos. Las ópticas traseras también han sido oscurecidas.
Su interior recibe mejoras como nuevos materiales, una nueva pantalla central de 11,2″ en lugar de las 9″ que tenía anteriormente, además de un renovado sistema operativo que sigue estando basado en Android Automotive. Volvo también afirma haber mejorado el aislamiento acústico del interior.
El cargador inalámbrico para móviles se ha reposicionado, además de añadir un nuevo posavasos 2+1 así como nuevos espacios de almacenamiento en la consola central basándose en los comentarios recogidos de sus clientes.
Sus precios en España parten de los 81.200 euros para el motor B5 gasolina, mientras que para el T8 híbrido enchufable necesitaremos al menos 91.150 euros.