Durante este fin de semana hemos podido conocer que en Volvo están trabajando junto con la división deportiva Polestar para presentar dos variantes de alto rendimiento, del XC60 y del XC90 respectivamente. Una decisión que causa especial expectación porque como ya estaba previsto, el motor será el 2.0 litros turbo.
Que en Volvo están luchando día tras día para estar más cerca que nunca de sus principales rivales en Europa no es ningún secreto. No es fácil en absoluto viendo cómo cada vez sube el listón no sólo en calidad, sino también en motorizaciones y eficiencia. Con la llegada de las variantes Polestar tanto para el XC60 (pendiente de una nueva generación) y del recién estrenado XC90, la imagen puede dar un giro tremendo.
Un cuatro cilindros para 500 caballos
Volviendo a lo que nos interesa, en Volvo apuntan alto con el nuevo motor 2.0 litros turbo que para que te hagas una idea, en el XC90 T8 (el más alto de gama e híbrido) desarrolla en conjunto con un motor eléctrico una potencia neta de 400 caballos. Con el XC90 Polestar, Volvo postula candidatos como el BMW X5 M pero ofreciendo una filosofía muy diferente aunque eso sí, con una potencia muy similar y que ya se baraja por encima de 500 caballos.
Desde Volvo confirman que habrá un XC90 de alto rendimiento, aunque aseguran que antes de que veamos esta apuesta en el mercado descubriremos el XC60 Polestar, más pequeño y compacto y que será de una forma u otra, un banco de pruebas para el gran sueco. Aquí esperamos mucha más competitividad con el Audi Q3 RS o el Mercedes GLA 45 AMG.
Vía: Drive
