No nos cansamos de incidir en la enorme importancia que tiene el neumático como elemento de seguridad en nuestro vehículo (ya sea un coche o una moto, donde los neumáticos de moto tienen también la misma importancia), estando en muchas ocasiones por encima de muchos sistemas que también mitigan la posibilidad de accidente, ya que a fin de cuentas, es el neumático el único encargado de mantenernos en contacto con el asfalto, por tanto, es la piedra angular en cualquier vehículo. Y hoy no vamos a tratar otros muchos temas que conciernen al neumático en general, como su estado, marca, gama o si son neumáticos de verano o M+S, sino en un tema mucho más concreto.
A menos que tengamos un sistema de tracción permanente que nos asegure un desgaste regular de los cuatro neumáticos (o que al menos, se acerque bastante a ello), generalmente siempre tendremos descompensaciones de desgaste entre ambos ejes al no ir acompasados, es por ello que cada vez que tengamos que cambiarlos no necesariamente tendremos que cambiar el juego completo, sino sólo una pareja. Y aquí nos asalta la duda… ¿dónde cambiamos esa pareja?
Vamos a intentar resolverte esta duda, aunque realmente, la respuesta no es nada sencilla y una búsqueda rápida por internet te arrojará opiniones de todo tipo, incluso por parte de tests realizados por organismos o fabricantes. Nosotros nos vamos a limitar a darte algunos datos de interés para poder orientarte mejor en la decisión a tomar respecto al eje escogido para el montaje.
Muchos, por defecto, son los que habitualmente recomiendan el montaje en el eje delantero, apoyándose fundamentalmente en dos ejes argumentales: el primero de ellos, que el grueso de vehículos es de tracción delantera, y es vital que para que la potencia se transmita de manera correcta, el dibujo esté en buen estado y el neumático en condiciones óptimas, mientras que por otra parte, también es el eje encargado de dirigir el vehículo, por lo que si queremos asegurar una correcta motricidad, es correcto tener neumáticos en condiciones en dicho eje.
Sin embargo, Michelin ha realizado algunas pruebas con vehículos de los tres diferentes sistemas de tracción (4×4, propulsión trasera y tracción delantera) no siempre montarlos en el eje delantero es la decisión correcta, el ADAC alemán, apoyándose en que los neumáticos en el eje trasero logran mantener mejor el coche en línea recta y evitan sobreviraje (aunque en caso de que estén en mal estado los delanteros, podemos experimentar subviraje), por ello apuestan por montar los neumáticos nuevos en el eje trasero indistintamente de la tracción. ¿Por qué se decantan por esta opción? generalmente, porque cuando nos encontramos en una situación límite de pérdida de adherencia, para unas manos inexpertas siempre será más fácil controlar un subviraje que un sobreviraje.
Debemos tener claro que al montar mejores neumáticos delante, lograremos mejorar la distancia de frenado además de una mayor protección frente al aquaplanning, mientras que montándolos detrás alargaremos la distancia de frenado (ya que el eje delantero es el que actúa con mucha mayor determinación frente al trasero en una frenada), pero pese a todo, el riesgo de deslizamiento e impacto lateral son consecuencias más graves a juicio de muchos.
Tener diferentes neumáticos según las estaciones es importante ya que aportan más seguridad.