Pese a que las dos primeras generaciones del Mazda3 gozaron de una variante de altas prestaciones batuzada bajo el paraguas de MPS (Mazda Performance Series), hasta la fecha, esta tercera generación ha estado desprovista de una opción para los más exigentes a nivel prestacional, teniendo como opción más frugal en prestaciones el SkyActiv-G 2.0 de 165 CV, claramente insuficientes si buscamos deportividad y sensaciones.
Desde hace ya años, han ido surgiendo una serie de especulaciones relativas a la variante de altas prestaciones del actual Mazda3, se llegó incluso a comentar el hecho de que pudiera ser tracción total para mejorar su motricidad o que perdiera la sobrealimentación para explotar la filosofía atmosférica actual de la marca que tan buenos resultados le está dando a la firma nipona pese a remar en una dirección totalmente opuesta a la que navegan el resto de fabricantes.
Ahora es motoring.com.au quien vuelve a levantar la liebre afirmando que emplearía un propulsor de 2.5 litros, pero sobrealimentado y con una potencia que oscilaría los 300 CV. Pero para poder explotar mejor a nivel económico dicho propulsor, también tendría un hueco en el CX-9 de nueva generación, permitiendo de esa forma amortizarlo mucho mejor.
Y seguramente estés pensando al igual que nosotros… ¿y si… ese motor cayera sobre el vano del MX-5 en el futuro creando una versión más radical y de mayores prestaciones? A nosotros también nos encantaría, pero ahora nos toca despertar del sueño y volver a la realidad.
Vía: Motoring.com.au