No pilla a nadie por sorpresa la noticia que anuncia el titular: desde el año 1999, BMW ha sido la encargada de suministrar vehículos para garantizar la seguridad de las carreras de motos. Y en la nueva temporada 2020 de MotoGP, el elegido ha sido el BMW M8 Gran Coupé.
Sobre la base del BMW M8 Competition Gran Coupé con el motor V8 de 625 CV y 750 Nm de par asociado a una caja de cambios automática de ocho velocidades de convertidor de par, la firma ha optado por dotarle de algunas de las muchas piezas de BMW M Performance con las que cuenta en su catálogo, como el difusor trasero, rejillas de carbono laterales, carcasas de los retrovisores exteriores, cubierta del motor en carbono y añadidos del paragolpes delantero. También, como es lógico, cuenta con un puente de luces instalado en el techo.
En su habitáculo, los cambios se centran en unos asientos deportivos firmados por Recaro que garantizan la correcta sujección del piloto a altas velocidades, además de contar con un volante específico.
Finalmente, en su exterior, encontramos una decoración muy llamativa, donde los colores de BMW M están presentes en toda la carrocería y se unen además a una zona en negro mate con la que cuenta delante.
El propio CEO de BMW, Markus Flash, ha puesto de manifiesto lo siguiente en relación a este vehículo:
??El BMW M8 Gran Coupé MotoGP Safety Car es el último ejemplo de esto en la ya larga serie de vehículos de seguridad utilizados. Con su rendimiento de 625 CV y muchos componentes desarrollados con nuestras participaciones en el deporte del motor, como el chasis y el sistema de frenos, está perfectamente equipado para sus funciones en todos los circuitos del mundo?.