En ocasiones, el lanzamiento de un modelo -con independencia del segmento al que pertenezca-, la unidad número #1 pasa a ser guardada en los cuarteles generales de la marca para su exposición o para alimentar algún museo con el que cuenten de expositor de los modelos de su historia.
Pero hay otros en los que sucede lo que hoy te vamos a contar: que se pone a subasta dicha unidad y mejor aún, todo lo recaudado se dona a obras benéficas. El nuevo Honda NSX aumentará considerablemente su precio respecto a la anterior generación (y más aún, si lo comparamos con sus primeros años en el mercado bajo el código NA1, el pre-restyling), pero también es cierto, que por otra parte, será uno de los deportivos con mayor carga tecnológica que podamos encontrar hoy en día en el mercado, un factor que ha sido también motivo de sus sucesivos retrasos en el desarrollo.
Desconociendo aún su precio para Europa, en Estados Unidos cuesta a partir de 156.000 dólares (unos 144.000 euros al cambio de divisa actual), y la unidad número uno que se subastó anoche por parte de la casa Barrett-Jackson supera con creces su precio de venta nuevo: nada menos que 1.2 millones de dólares, algo así como 1.1 millones de euros.
¿Quién ha sido el afortunado que se ha coronado como el propietario de él? Se trata de Rick Hendrick, propietario del equipo de la NASCAR Hendrick Motorsport y en su garaje compartirá aura con otros otros modelos tan especiales como la primera unidad del Camaro ZL1 de 2012, el primer Corvette Z06 Coupe de 2016 o el primer Corvette de 2014, en cuyos casos, también fue donado el dinero a causas benéficas.
